Desde su fundación en 1865, la Manufactura Zenith aspira a todos los sueños y atrevimientos que convierten la utopía en realidad. Entre las aventuras humanas que han marcado su historia, hay una conquista que la marca ha acompañado desde sus albores a principios del siglo XX: la conquista del aire. Animada por el mismo espíritu que los hermanos Wright, que hicieron realidad el sueño de Ícaro, Zenith rinde homenaje a estos pioneros mediante un reloj lanzado en una serie limitada de 1.903 unidades: el reloj Montre d’Aéronef Type 20 GMT 1903.
FIEL COMPAÑERO DE LOS HEROES DEL CIELO DESDE PRINCIPIOS DEL SIGLO XX
Zenith fue una de las primeras Manufacturas en realizar instrumentos de vuelo para equipar, desde principios del siglo XX, los aviones y otros dirigibles pioneros que empezaron a surcar los aires. Reconocidos por su precisión y su robustez excepcional frente a las vibraciones, los campos magnéticos y las variaciones de la temperatura, los altímetros, relojes y cronógrafos de a bordo y de pulsera de Zenith tuvieron gran éxito entre los pilotos, a los que la marca de la estrella acompañó en sus proezas. En poco más de un siglo, Louis Blériot, Léon Morane o, más recientemente, Felix Baumgartner cumplieron su destino y entraron en la Historia con un Zenith en la muñeca o en el cuadro de mandos.
PILOT MONTRE D’AÉRONEF TYPE 20: UN MODELO LEGENDARIO
El Pilot Montre d’Aéronef Type 20, objeto de culto para los coleccionistas, participó en los días de gloria del Aéropostale (el servicio postal aéreo original francés) y, desde 1939, ha figurado en los cuadros de mando de numerosos aparatos, como por ejemplo los célebres aviones Caudron, destinados al entrenamiento de los pilotos del Ejército francés. Así pues, ¿quién mejor que esta leyenda de los aires para inspirar un reloj creado en homenaje a los hermanos Wright? El modelo Pilot Montre d’Aéronef Type 20 GMT 1903 toma su inspiración de este glorioso pasado y cuenta con una caja ultraligera pese a sus 48 mm de diámetro, hazaña que consigue gracias al uso de titanio tratado con revestimiento de DLC negro. La corona, un elemento emblemático de los antiguos relojes de aviador, cuenta con unas muescas que permiten su fácil manipulación, incluso con guantes de piloto. La esfera, de color negro mate y arenada cinco veces, reproduce los generosos números arábigos originales para ofrecer una legibilidad perfecta tanto de día como de noche. Estos relojes con un delicioso encanto retro son luminiscentes gracias a la aplicación de un primer tratamiento old radium y una segunda capa, más clásica, de Superluminova. El efecto es fascinante y el resultado único, puesto que esta ingeniosa combinación confiere al reloj un color crema con pequeños toques retro imposibles de reproducir de manera idéntica de una pieza a otra. De este modo, cada esfera es única, lo cual aumenta aún más la exclusividad de esta edición limitada de 1.903 unidades, en la que cada ejemplar lleva un número individual situado en una pequeña placa atornillada en el lado del canto, como el remache de un avión.
Partícipe de todos los sueños y aventuras, el modelo Pilot Montre d’Aéronef Type 20 GMT 1903 invita al viaje mediante un segundo huso horario, dirigido por un movimiento automático tan preciso como fiable: el calibre Elite 693. Delicadamente decorado con el motivo "Côtes de Genève", aunque resguardado de las miradas, este calibre mantiene imperturbablemente su cadencia de 28.800 alt./h y cuenta con una reserva de marcha de 50 horas. Bajo este elegante corazón mecánico, el fondo del reloj cuenta con un blasón estampado donde aparecen Orville Wright a bordo del "Flyer" y su hermano Wilbur corriendo por la playa de Kitty Hawk para seguir su proeza aquel 17 de diciembre de 1903.
El modelo se completa con una robusta correa de ante beige. En la decoración estampada en caliente en el forro, los conocedores de la marca reconocerán la indicación "Zenith Flying Instruments", así como el blasón histórico de la marca, que resalta el espíritu de una época en la que los cielos aún estaban por conquistar.
miércoles, 26 de febrero de 2014
martes, 25 de febrero de 2014
Zenith El Primero 410 - Tras los pasos de una leyenda
En el corazón de la última creación de Zenith late un movimiento bien conocido por los coleccionistas:
el calibre 410. Creado en 1969 como variación del legendario El Primero, este calibre combina el rendimiento del cronógrafo automático de serie más preciso del mundo con un triple calendario y una indicación de fase lunar. Fruto de una constante evolución, hoy en día se ofrece con una arquitectura que une el pasado con el presente, una indicación fiel al modelo histórico y una caja que exhibe unas líneas decididamente contemporáneas.
Si bien es cierto que en 1969 el hombre dio un gran paso para la humanidad al pisar por primera vez la luna, ese mismo año la Manufactura Zenith también dio un gran paso en el ámbito de la relojería. Tras siete años de investigación, la Manufactura presentó El Primero, el primer cronógrafo automático integrado de la historia, provisto de fecha y taquímetro. Se trataba de una verdadera proeza a la que había que sumar una precisión extraordinaria: el nuevo calibre latía a la velocidad excepcional de 36.000 alt./h y tenía una precisión de una décima de segundo. Impulsada por la audacia que guía sus pasos desde su fundación en 1865, tal como demuestran las más de 300 patentes registradas a su nombre hasta la fecha, la Manufactura Zenith vuelve a ir más allá de los límites de su arte y equipa su calibre con un triple calendario y una indicación de fase lunar para convertirlo en un verdadero icono de la relojería. Pero... ¿cómo se llama este calibre, también nacido en 1969? El Primero 3019 PHF, más adelante denominado “410”. Construido alrededor de una rueda de pilares y provisto de una reserva de marcha de más de 50 horas, al igual que todos los movimientos El Primero utilizados en las colecciones de Zenith, el calibre 410 ha atravesado las décadas hasta el año 2000 gracias a su combinación de fiabilidad y precisión extraordinarias. Como los iconos no mueren nunca, en 2013 Zenith reedita este calibre en una serie limitada de 500 unidades construida alrededor de una esfera gris pizarra.
Casi medio siglo después de su creación, el calibre El Primero 410 incorpora varias modificaciones para dar nombre a un nuevo modelo y entrar de nuevo en la legendaria colección El Primero. El nuevo modelo, que se ofrece con una esfera plateada, tiene la misma disposición de funciones que el modelo original y también el mismo espíritu característico de los “años 70”. Los días y los meses se muestran respectivamente a las 10 y las 2 horas, mientras que la fecha permanece imperturbable a las 4.30 horas. Situada en el contador de las horas a las 6, la indicación de fase lunar se muestra mediante una ventanilla con una forma especial, con dos lóbulos que al ocultar parcial o totalmente la luna reproducen el ciclo lunar. De este modo se muestran los distintos rostros del astro durante su ciclo (cuarto creciente, luna llena, cuarto menguante y luna nueva). El disco con las dos lunas está impulsado por una rueda de 59 dientes que corresponde a dos ciclos lunares (2 x 29,5 días). Así pues, este modelo reinventa la sutilidad de la función de fase lunar combinando la técnica con la poesía.
Las complicaciones manuales del calibre El Primero 410 son al mismo tiempo clásicas y especiales. Zenith ha querido preservar la autenticidad de este icono del siglo pasado, pero al mismo tiempo le ha dado un toque moderno y actual que lo convierte en una pieza realmente única. La caja de acero, con unas dimensiones contemporáneas (42 mm) dibuja curvas modernas y alterna acabados pulidos y cepillados. Los pulsadores redondos del cronógrafo exhiben su originalidad y, en la esfera, los contadores azuleados despliegan discretos contrastes con el motivo brillante de la esfera plateada. Rodeados por el taquímetro que recorre el realce opalino, los índices rodiados se separan sobriamente del conjunto proporcionando una legibilidad perfecta. En el extremo del segundero con una aureola azul, la estrella de Zenith delata la pertenencia del modelo al prestigioso linaje del cronógrafo de serie más preciso del mundo. Marcando el pulso de una verdadera pieza de Manufactura caracterizada por la audacia de una marca que siempre será la primera, el calibre El Primero 410 desvela su fascinante mecánica formada por 390 componentes a través del fondo de zafiro. El placer de poseer un icono está al alcance de su muñeca.
el calibre 410. Creado en 1969 como variación del legendario El Primero, este calibre combina el rendimiento del cronógrafo automático de serie más preciso del mundo con un triple calendario y una indicación de fase lunar. Fruto de una constante evolución, hoy en día se ofrece con una arquitectura que une el pasado con el presente, una indicación fiel al modelo histórico y una caja que exhibe unas líneas decididamente contemporáneas.
Si bien es cierto que en 1969 el hombre dio un gran paso para la humanidad al pisar por primera vez la luna, ese mismo año la Manufactura Zenith también dio un gran paso en el ámbito de la relojería. Tras siete años de investigación, la Manufactura presentó El Primero, el primer cronógrafo automático integrado de la historia, provisto de fecha y taquímetro. Se trataba de una verdadera proeza a la que había que sumar una precisión extraordinaria: el nuevo calibre latía a la velocidad excepcional de 36.000 alt./h y tenía una precisión de una décima de segundo. Impulsada por la audacia que guía sus pasos desde su fundación en 1865, tal como demuestran las más de 300 patentes registradas a su nombre hasta la fecha, la Manufactura Zenith vuelve a ir más allá de los límites de su arte y equipa su calibre con un triple calendario y una indicación de fase lunar para convertirlo en un verdadero icono de la relojería. Pero... ¿cómo se llama este calibre, también nacido en 1969? El Primero 3019 PHF, más adelante denominado “410”. Construido alrededor de una rueda de pilares y provisto de una reserva de marcha de más de 50 horas, al igual que todos los movimientos El Primero utilizados en las colecciones de Zenith, el calibre 410 ha atravesado las décadas hasta el año 2000 gracias a su combinación de fiabilidad y precisión extraordinarias. Como los iconos no mueren nunca, en 2013 Zenith reedita este calibre en una serie limitada de 500 unidades construida alrededor de una esfera gris pizarra.
Casi medio siglo después de su creación, el calibre El Primero 410 incorpora varias modificaciones para dar nombre a un nuevo modelo y entrar de nuevo en la legendaria colección El Primero. El nuevo modelo, que se ofrece con una esfera plateada, tiene la misma disposición de funciones que el modelo original y también el mismo espíritu característico de los “años 70”. Los días y los meses se muestran respectivamente a las 10 y las 2 horas, mientras que la fecha permanece imperturbable a las 4.30 horas. Situada en el contador de las horas a las 6, la indicación de fase lunar se muestra mediante una ventanilla con una forma especial, con dos lóbulos que al ocultar parcial o totalmente la luna reproducen el ciclo lunar. De este modo se muestran los distintos rostros del astro durante su ciclo (cuarto creciente, luna llena, cuarto menguante y luna nueva). El disco con las dos lunas está impulsado por una rueda de 59 dientes que corresponde a dos ciclos lunares (2 x 29,5 días). Así pues, este modelo reinventa la sutilidad de la función de fase lunar combinando la técnica con la poesía.
Las complicaciones manuales del calibre El Primero 410 son al mismo tiempo clásicas y especiales. Zenith ha querido preservar la autenticidad de este icono del siglo pasado, pero al mismo tiempo le ha dado un toque moderno y actual que lo convierte en una pieza realmente única. La caja de acero, con unas dimensiones contemporáneas (42 mm) dibuja curvas modernas y alterna acabados pulidos y cepillados. Los pulsadores redondos del cronógrafo exhiben su originalidad y, en la esfera, los contadores azuleados despliegan discretos contrastes con el motivo brillante de la esfera plateada. Rodeados por el taquímetro que recorre el realce opalino, los índices rodiados se separan sobriamente del conjunto proporcionando una legibilidad perfecta. En el extremo del segundero con una aureola azul, la estrella de Zenith delata la pertenencia del modelo al prestigioso linaje del cronógrafo de serie más preciso del mundo. Marcando el pulso de una verdadera pieza de Manufactura caracterizada por la audacia de una marca que siempre será la primera, el calibre El Primero 410 desvela su fascinante mecánica formada por 390 componentes a través del fondo de zafiro. El placer de poseer un icono está al alcance de su muñeca.
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